No llores por mí, Aureliano.

Ayer Aureliano desapareció.
Estoy preocupado. A veces lo hace porque se va de putas o como diría mi madre "mujeres de moral distraída" (los eufemismos de mi madre son la hostia, me gusta especialmente ese de "ir a obrar" para ir a cagar, aunque no lo termino de entender, a lo mejor consiste en alicatar el baño mientras se defeca), pero nunca tarda más de cuatro horas. Temo que lo haya raptado la mafia china para vender sus órganos en un supermercado, tortura china pa ti.

Nohombre.

3 comentarios:

  1. La chimenea no será lo mismo sin Aureliano, tú.

    ResponderEliminar
  2. Ya volverá, ya. Ya volverá cuando se le acabe la reserva de lechuga (por favor, dios, si haces que Aureliano vuelva, creo en ti y rezo y hasta doy dinero para el DOMUN, fite tú).

    ResponderEliminar
  3. joe, desesperado tiene que estar un ateo redomado como usted para decir lo que dice.
    Pero que conste que estaré prendiente si aparece para recordarle su promesa. Porque "lo escrito, escrito está".

    ResponderEliminar