Para Alejandro Robles con amor.

Lo peor de tu poesía
no son los versos ni las rimas
(aunque no haga falta más veneno
para matar todas las ratas
de la alcantarilla).
Lo peor de tu verso flojo y sin estilo
eres tú, genio y figura,
escribidor con ínfulas decimonónicas
en pleno siglo XXI,
vedette de puticlub sobreactuada,
mal recitador con mucha cara dura.
Lo peor es cómo manchas la cultura,
cómo ensucias la memoria de la poesía,
cómo te cagas fuera del tiesto
encima de la tumba de machados y nerudas.
Sabes tú que no hay necesidad alguna
de presentar en público tu repugnante basura:
lava los trapos sucios dentro del armario,
déjanos en paz, no nos escupas.
Deja de buscar el reconocimiento inmerecido
en esos que te siguen, panda inculta.
No te desnudes más para tomar café
(Aladdine Sane llorando entre jirafas),
vétate la entrada a La Tertulia.
Haz voto de silencio, flagela tus faltas,
friégate los flemas,
bájate de este caballo de troya que no la tiene dura,
no te sientes más a escribir,
vomita la resaca
que esta gorda es la nuestra y no es la tuya.


Espero tu respuesta a vuelta de correo 
aunque no te tenga en alta estima 
y prometo no leerla sin cierta grima. 

Álvaro J. González, rey de Puerco Rico,
a 29 de marzo de 2014.