Altísimo Lasaña: maestro.

Qué foto horrible.


Altísimo Lasaña.
Más allá de su pedantería,
hay un loco
de los de alevosía.

A extramuros de la
ciudadela
encontramos
un fracaso de humanización,
fiel amante de lo mundano
que se acuesta
con mengano.

Ficha de ajedrez
en interminable
riesgo de jaque
que se libra
por los pelos.

Genio y figura
de su propio pensamiento.
Blasfemo vozarrón
con desmedida sodomía.

Retorcido filósofo de alma,
armadura de profesor
en salsa de fracaso.

Coitus interruptus.
Desazón en los principios
fundamentales,
descubridor de
nuevos caudales.

Buscador de minas
de basura
que brilla más
que los diamantes.

Malsano bebedor
de desmesuras,
con la bragueta
de sus charlas
sospechosamente dura.

Alcoba de rufianes,
boca de caimanes.

Trovador de miserias internas,
barrendero en las externas.

Matasanos de los de antaño,
sangrías de rebaños.

Famas que a veces
se merece.
Ínfulas que no cuelan
ni con leche.



(Poema rescatado de la belle époque)


Chau.