La historia del negro inenarrable.

Era maquillaje.

Podría decir que no era tan negro ni tan inenarrable tal vez y sería un buen comienzo. Bastaría decir que era un gilipollas imprescindible y no habría nada más que contar. Pero la realidad es que cuando pienso en él, tengo que decirlo desde lo más hondo y sincero de mi corazón putrefacto, me siento muy orgulloso. Me siento muy orgulloso de ser el más guapo y blanco de los dos.

Nohombre.

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