Luego pensó que si volvía al hogar tal vez...
pero no, él lo sabía imposible. Aquella mujer
no era de las que perdonan ni olvidan
los hijos muertos a manos del marido.
Que sería mejor buscarse a otra mejor y menos gorda
fue lo que resolvió bajo la lluvia el hombre con maleta.
Chau.
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