La piel hace el hábito.



Hoy voy a soñar con que a Pedro Almodóvar lo secuestra un psicópata veterinario que resulta ser Antonio Banderas, porque viola a su adorado cerdo vietnamita y le hace una vaginoplastia y le pinta los pelos de castaño y le tapa las canas y Antonio Banderas al final lo termina convirtiendo en un cochino con piel sintética, (de esa milagrosa que no tiene ni una manchina, ni un lunar, ni un pelito, piel de esa inmune a las picaduras de mosquito) pero eso sí, hembra, y el cochino mata a dentelladas a la sirvienta que resulta ser la madre de Antonio, (que a su vez tiene otro hijo brasilero, delincuente, degenerado y feo, que se termina tirando al cerdo de Pedro) y también mata a dentelladas al propio Antonio, que resulta ser él mismo pero en cirujano desquiciado y con una familia mal lograda en accidentes absurdos que no se cree nadie, y lo pongo en la bandera de Puerco Rico sobre fondo multicolor, para que sea la insignia de nuestro país y del orgullo gay.
Bueno, o tal vez cuente corderitos.

Buenas noches.

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